Ruta senderista circular Desfiladero de las Xanas PR-AS 187, con sorpresa gastronómica a mitad del camino, y regreso por Valdolayes #EscapadaPrimaveral

Continuamos compartiendo las rutas que hicimos en nuestro Viaje al Paraíso Celiaco de Cangas del Narcea. Disfrutando del senderismo, la gastronomía local sin gluten, la naturaleza, de la vida durante seis días. Pero, para realizar esta ruta, tras el estupendo desayuno que nos preparó Isabel en Casa de Aldea Xuaquín ("Campamento base" para esos días), tomamos nuestros vehículos y nos desplazamos  unos 139 km hasta Parking de la Ruta de las Xanas, tardando aproximadamente 1 h 36 minutos. Pero, es que no queríamos perder la oportunidad de realizar esta ruta el lunes 14 de marzo de 2022, en el que esperábamos que no nos encontraríamos a muchos senderistas, ya que esta senda esta considerada la hermana pequeña de la famosa e impresionante Ruta del Cares, que hemos realizado años y en distintas ocasiones, y es más, algunos senderistas la denominan "el pequeño Cares". También nos gusta más el nombre de arroyo de las Xanas, que el de Viescas. Aunque reciba el nombre que reciba, el trabajo de sus aguas, es el que ha formado este desfiladero mitológico.

Este desfiladero que en 2002, fue declarado Monumento Natural, también recibe el nombra de Caballada o de las Brujas. A nosotros nos gusta más el nombre de Xanas (hadas el agua), que procede la mitología astur-leonesa. Como sano, y reponedor, es el poder descansar a mitad de la ruta, y disfrutar de un almuerzo típico asturiano y sin gluten, en la población de Pedroveya, antes de continuar por la ruta de Valdolayes. Así que si os apetece, seguirnos en la crónica de nuestro caminar por esta ruta que comenzamos en en el Molín de las Xanas, y cuyo trazado discurre geográficamente por los concejos de Santo Adriano, Quirós y Proaza.

RUTA DESFILADERO DE LAS XANAS

Llegamos por la carretera AS-228 a orillas del río Trubia, al aparcamiento del Área recreativa El Molín - Las Xanas. Ascendemos las escaleras, para acercarnos a la acera que discurre por la carretera. 

Al terminar esta acera, cruzamos con precaución la vía, y vemos un cartel indicativo de la ruta. 

Justo a la derecha, según vemos este cartel indicativo de la ruta, en la que hemos dibujado en color rojo todo el recorrido, tomamos un camino de piedras sueltas procedentes de la pedrera que desciende oor la ladera de la montaña, para ir ascendiendo y acercarnos al desfiladero.

Esta senda de piedras suelta, nos lleva en progresiva ascensión, a un corte en forma de trinchera profunda, que tras pasarla nos muestra la belleza de este desfiladero, aunque, nos hubiera gustado haber caminado bajo un cielo más azul, con mejor luz que nos iluminara y no con la amenaza de lluvia.

Llegamos al primer túnel, que a todo el grupo nos trae recuerdos del Desfiladero del Cares, a sus túneles tallados en esa roca caliza tan característica de la zona, como estos y ese camino tan especial.

Siempre, atravesar un túnel, aunque sea corto, supone imaginar y esperar lo que encontraremos al otro lado, es como un telón o el cierre y apertura del diafragma de una cámara réflex y de golpe... la luz.

En el caso de este desfiladero, nuestra retina que se cierra un poco al entrar al túnel, al salir, se cierra para poder ver la luz, el verde, la belleza, el sendero pedregoso por el que caminaremos a orillas del precipicio. La belleza de la naturaleza y el trabajo de los hombres que tallaron este camino.

En algunos tramos de esta senda, encontramos una especie de pasamanos, con una gruesa cuerda o maroma sujetada a la pared. Algunos dicen que es para agarrarse si se siente miedo al subir, y otros, para sujetar una mano, mientras nuestro cuerpo se asoma al precipicio, y ver el agua del arroyo, que durante todo el recorrido nos acompaña con el sonido de sus cascadas, pero, que casi no vemos.

Cuando llegamos al final de la zona tallada en la roca, y solamente hemos caminado unos 2,5 km. nos encontramos con un bosque, lleno distintos tipos de árboles, helechos, setas rojas, y de multitud de flores. Nos podemos acercar al arroyo, para disfrutar del entorno.

Cuando volvemos al camino del que nos desviamos para acercarnos a la orilla, encontramos otro que algunos han debido de entender, como cuando preguntas en un establecimiento donde esta el servicio: "al fondo a la izquierda", y es que a nuestra izquierda nos llamó la atención un sendero lleno de flores multicolores, pero que los cerdos que también caminan por esta zona, han utilizado como servicio y dejando sus excrementos y papeles por doquier, algo que es realmente vergonzoso. 

Al poco, llegamos al Molino de Secundino, o mejor dicho a las ruinas de lo que tuvo que ser este molino en un lugar tan bucólico, donde aún se pueden ver parte de sus paredes, las ruedas de moler llenas de musgo, el túnel por el que pasaba el agua que movía todo el sistema de molienda...

Pasado el molino, aún nos quedaba el molino, aún nos quedaban cerca de 1,500 m. para llegar a la población de Pedroveya. Pero, antes tendríamos que subir unas escaleras, que se nos hicieron un tanto incómodas, atravesamos un puente, y ascendimos hacia el cementerio e iglesia de San Antonio de Pedroveya, por un sedero que parecía un trinchera con vistas a los prados y al Desfiladero de las Xanas, donde nos salió a saludar un gran mastín, vigilante de su rebaño de ovejas que pastaban.

Al llegar a la iglesia, es recomendable pararse un poco, reponer fuerzas, y eso es lo que hicimos nosotros, así como admirar el paisaje que rodea ese punto. Observar el desfiladero al fondo, tras las ovejas. Y mirando para la otra zona, este paisaje de montaña asturiana de Pedroveya.

PEDROVEYA - CASA GENEROSA

Todos disfrutamos del camino, del desfiladero, de la montaña, de la naturaleza, del sonido del arroyo, de los prados, de las cumbres nevadas, del silencio, de la compañía, de la conversación... del senderismo, y llegamos a ese lugar donde sabíamos íbamos a disfrutar de un almuerzo asturiano en Casa Generosa. Pero, antes, nos hicieron esta fotografía sentados junto al hórreo o panera asturiana a la puertas de este famoso establecimiento, y bajo esas ristras de panochas de maíz, ese cereal tan importante para los celíacos, así como esos geranios y gitanillas que nos recordaban a nuestra abuela "Vita" a la que le encantaban todas las plantas de su jardín, y luego de su terraza donde lucían bellos.

Desde ese punto, sentados en el banco de madera, solo giramos a nuestra derecha, para entre los dos hórreos o paneras (decidnos la diferencia), entrar a almorzar. Habíamos recorrido solo 5 km. pero nos merecíamos esta "sorpresa gastronómica asturiana", ya que, habíamos reservado mesa para ocho comensales, pero ninguno de los amigos o amigas, habíamos estado antes en este famoso establecimiento donde podríamos degustar la cocina local sin gluten, y encima a mitad de la ruta. ¿No es una buena sorpresa para el senderista? Os aseguramos que para un celiaco y en nuestro caso una celiaca, el poder almorzar en igualdad de condiciones (y hasta con pan sin gluten) con el resto de los comensales, los platos típicos de la zona, es un verdadero lujo, y lo agradecemos mucho. Para el resto del grupo también lo fue, y disfrutamos todos de ese gran almuerzo en Casa Generosa. Pero, eso ya os lo contaremos otro día, ya que este restaurante se merece nuestra #propinadigital

Tras esta sabrosa, suculenta y generosa comida, acompañada de unos buenos cafés o infusiones, se nos hizo un poco más complicado el continuar nuestro camino de regreso, pero al final nos decidimos y comenzamos a caminar realizando la...

RUTA DE VALDOLAYÉS

Como queríamos realizar la vuelta por otro paisaje, por otro camino, para llegar al punto de inicio, lo realizamos en dirección a la población de Dosango, de la que solo estábamos a 1 km. Y bien por haber estado tranquilamente descansando en Casa Generosa, o por la suculenta comida, caminar por la pista hormigonada en dirección a esta población.

Aunque el firme de la pista estaba bien, tenía buenas pendientes, por lo que se nos hizo algo dura mientras con la mirada nos despedíamos de Pedroveya.

Se nos hizo tan duro el volver a caminar, las pendientes hacia Dosango, que llegamos a comentar que  el restaurante tendría que haber estado en esta población, ya que así, después de la comida todo sería bajada y bajada. 

Alcanzada la población de Dosango, volvimos a echar la vista atrás, no solo para comprobar que el cielo se había puesto gris y con ganas de descargar algo de lluvia, sino para reconocer que Pedroveya, se encuentra en un lugar especial con naturaleza y montaña que nos cautivaron, además de todo lo que degustamos en Casa Generosa. Caminamos por la carretera, hasta una desviación a la izquierda que indica: Villanueva 3 km, donde los pies descansan un poco al pisar una pisa alfombrada de verde hierba, entre multitud de helechos que muy al contrario que en el Desfiladero de las Xanas, no se muestran verdes, sino marrones y deteriorados. Pero, ya todo es bajada hacia el aparcamiento.

Pasamos a una zona de árboles con algunos ejemplares bastante llamativos, y solo antes de llegar al aparcamiento, y para evitar caminar por la carretera, tuvimos que subir una pequeña cuesta, así llegamos al punto de inicio, volviendo a caminar por la acera hacia el Molín de las Xanas (San Adriano), dando por concluida una bonita y variada ruta, con sorpresa de poder disfrutar de una gastronomía puramente asturiana y apta para celiacos.

RUTA DESFILADERO DE LAS XANAS Y VALDOVAYÉS

Realizamos los 10,10 km el día 14 de marzo de 2022, comenzando a caminar a las 11:21 h. y terminamos a las 17:35 h. Estando en movimiento durante 3:39 h. La ganancia de altitud: 530 m. y la pérdida de altitud: 529 m. Estando a una altura máxima de 626 m y una mínima de 189 m. Empleando 1:40 h en ascender y 1:09 en descender.

En el siguiente perfil longitudinal de la ruta donde hemos anotado algunos puntos de interes, podéis ver tanto el tramo del Desfiladero de las Xanas, como el regreso por Valdolayés. 

UN PASEO POR OVIEDO

Como no estábamos muy lejos de la capital del Principado de Asturias, pues nos fuimos a caminar un poco por su calles, disfrutando de su centro histórico, de las esculturas que encontramos en nuestro recorrido, como esta "Maternidad" de Botero, por la que pasamos en la "hora azul".

Poco después, la noche cayó, y volvimos a recorrer las carreteras asturianas para llegar a nuestro "Campamento Base" donde charlamos un buen rato frente a la chimenea y nos preparamos las cosas para el día siguiente, que teníamos reservada la visita la Reserva Natural Integral de Muniellos. Pero, esta ruta, ya os la contaremos en otra entrada o artículo en el blog.

CAMINOTAS

Esperamos que esta crónica de esta bonita senda os anime y os sirva para conocer esta zona, si es que no la conocéis, y realizar esta senda circular.

Nosotros, esperamos volver, a realizarla en otra ocasión, y volver a disfruta de cada paso y la compañía, así como realizar la cercana Ruta de Oso. 

Compartiremos las otras rutas senderistas que hicimos en esta escapada a Cangas del Narcea.

Esta ruta senderista, esta crónica viajera, así como de otros lugares, siempre las encontraréis (según vamos actualizando), en: Carta Turística: Viajes, escapadas, senderismo, actividades, experiencias, naturaleza, lugares, rincones, ciudades, pueblos… Publicadas en blog.

Y los restaurantes que hemos visitado, están o estarán incluidos en nuestra: Guía de Restaurantes, Bares, Cafeterías, Pastelerías, Panaderías, Tiendas, Hoteles… Aptos para celíacos #singluten  Donde ya hay 328 establecimientos en los que hemos estado o nos han recomendado. De los primeros, puede que como en el caso de algunos de los visitados en este viaje, encontréis una entrada o post en el blog, contando nuestra experiencia, y de otros aún no hemos tenido tiempo de escribirlos como alguno de esta escapada. Y de los "pendientes de visitar", pues eso, ya iremos en alguna ocasión, ya que, agradecemos su preocupación por el clientes celiacos.

#Escribimoslovivido