
Esta máquina nos ha salvado durante este tiempo, y hemos podido degustar exquisitas tostadas con mermeladas de arándanos, moras, fresas o frambuesas que son nuestras preferidas, así como con queso fresco o requesón. Pero el tiempo pasa, y nuestra máquina se va haciendo vieja, y este año decidimos prejubilarla y enviarla como sueñan un gran número de jubilados y prejubilados a la costa levantina y junto al mar, nos espera parada, tranquila y pacientemente hasta que llegan nuestras vacaciones.