En esta ocasión, nos acercamos a dar otro paseo tranquilo por la segunda de la quintas que os comentamos en el post o artículo: Cuatro quintas de recreo aristocráticas de la zona este de la ciudad de Madrid, convertidas en parques públicos para el disfrute de estos jardines históricos. Esta segunda quinta se encuentra fuera de la conocida como "Almendra Central" y se encontraba fuera de aquel pequeño Madrid del siglo XVII, nos hemos alejado hacia el Este en busca de esta otra quinta o villa suburbana de Madrid.
Hace ya 18 años, en los inicios de nuestro blog, publicamos: Caminando por la Quinta de los Molinos (Madrid), y hemos publicado más sobre este jardín histórico, sobre esta finca agropecuaria, ya que, nos gusta caminar por ella en las distintas estaciones climatológica.
La primitiva dehesa del siglo XVII perteneció sucesivamente a distintas familias nobles españolas, y puede que parte de esa dehesa fuera lo que nosotros hemos tenido la suerte de conocer como "Era de la Fernanda" y que no era más que un gran campo, donde de pequeños íbamos a jugar y que ahora por la especulación es una parte más de la ciudad repleta de edificios de viviendas y oficinas.
Excepto esta quinta, que en 1920 pasó a manos de Cesar Cort Botí, arquitecto alicantino (nacido en Alcoy). profesor de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura y concejal del Ayuntamiento de Madrid, que construyó en 1925 un jardín de tipo mediterráneo, donde predomina la vegetación levantina, y donde no podía faltar una gran extensión de almendros que seguro le recordaban a la provincia de Alicante.
También construyó un edificio singular, un gran palacete que en esta quinta entre 1925 y 1940, que según hemos podido leer es de estilo pre-racionalista, con influencia Vienesa y, muy especialmente de la obra de Hoffman, y siempre nos llamó la atención desde el exterior además de por su estilo, por su color rosáceo, así como la distribución alrededor de un gran patio (hoy cubierto), y el gran garaje con impresionantes arcos, hoy convertido en ludoteca.
Recibe el nombre de Quinta de los Molinos, por la existencia de dos molinos de viento traídos desde EE.UU. que extraían agua de los pozos, así como del arroyo de los Trancos y arroyo de la Quinta. Y es que el agua recorría toda la finca con deposito de presión, estanques de almacenamiento, y una extensa red de canalizaciones. Una finca, donde el agua era respetada, utilizada y no desperdiciada.
A la muerte de D. César Cort, en el año 1978, sus herederos dejaron al mismo personal que cuidaba la finca, hasta que en 1982 firmaron un convenio con el Ayuntamiento de Madrid, en el cual la cedieron a cambio de que 7 de las 28,6 hectáreas con que contaba fueran destinadas a uso residencial. Posteriormente la Quinta de los Molinos, sufrió de abandono y talas indiscriminadas, que los herederos denunciaron y levantaron actas notariales (Todos estos datos tenemos que agradecérselos a D. César Cort Lantero, nieto del último propietario de tan maravillosa finca. Gracias al convenio entre los herederos y el Ayuntamiento, hoy en día es posible pasear por este magnifico espacio verde en medio de la voracidad de la gran ciudad de Madrid, donde el agua también es protagonista.
La estación de metro más cercana es Suances, que está en la misma puerta.
2010 - Divulgando la celiaquía a través de la Quinta de los Molinos (Madrid)
2009 - La Quinta de los Molinos nevada (Madrid)
2008 - Caminando por el "pequeño vergel urbanita" de la Quinta de los Molinos
2007 - Caminando por la Quinta de los Molinos (Madrid)
Este paseo tranquilo, la podréis encontrar junto con las crónicas viajeras de cada lugar. Y la encontraréis, así como de otros lugares (según vamos actualizando), en: Carta Turística: Viajes, escapadas, senderismo, actividades, experiencias, naturaleza, lugares, rincones, ciudades, pueblos… Publicadas en blog.
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