En muchos hospitales españoles, se han instalado campanas para en los servicios de oncología para hacerla sonar o tañer, y así celebrar el final del tratamiento oncológico, pero, a su vez también transmitir la esperanza a aquellos que continúan en la sala, recibiendo ese tratamiento con la esperanza de recuperar la salud gracias a la ciencia y a esos estupendos equipos médicos especializados en mejorar la calidad de vida de los enfermos y enfermas de distintos tipos de cáncer, y la verdad, que cuando estás en la sala, y escuchas ese sonido, emociona y hace hasta saltar las lágrimas, sabiendo que alguien ha pasado esa etapa de tratamiento, o ha vencido al cáncer.
Tras este hallazgo, comenzaron a realizarme multitud de pruebas en el HM Montepríncipe, y el 15 de noviembre de 2024 con todos los resultados la radióloga nos dio ese diagnóstico que no queríamos recibir: "Carciroma infiltrate pobremente diferenciado, grado III".
Tras ese bloqueo al recibir la noticia, todo fue como muy rápido, y podíamos haber continuado realizando todo el proceso en la Sanidad Privada, ya que nuestra póliza nos lo cubría, y de hecho nos realizaron muchas más pruebas.
Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid
Pero, dada nuestra experiencia y confianza en el personal sanitario de la Sanidad Pública del Hospital Universitario Ramón y Cajal, decidimos que tanto el tratamiento de quimioterapia neoadyuvante, operación, operación fuera realizado en este centro hospitalario al que acudimos el día 2 de noviembre 2024, a la Unidad de mama del hospital, pasando al Servicio de Oncología Médica el día 18 de diciembre 2024, comenzando todo el proceso de quimioterapia, inmunoterapia, operación, y radioterapia. Y como cada cáncer es distinto, los tratamientos se realizan según el paciente, y cada paciente nos enfrentamos a este diagnóstico de distinta forma, no vamos a compartir lo vivido en estos meses.
El día 2 de abril de 2025, me sometieron al la cirugía conservadora de mama, con extirpación de la zona afectada y tres ganglios. Una operación, con unos resultados increíblemente buenos, y con la alegría recibida el día 22 de abril 2025, cuando nos confirmaron los resultados de patología: "Sin evidencia de neoplasia infiltrante residual... Bordes quirúrgicos libres".
Todo lo que hemos compartido antes, ha hecho posible el haber tocado tres veces la campana el 9 de mayo de 2025, tras haber terminando el tratamiento prescrito de radioterapia oncológica.
Aún quedan meses de: analíticas, inmunoterapia, consultas, intervención quirúrgica para eliminar el reservorio, pruebas, seguimiento... pero he recuperado de momento mi salud, y continúo con las ganas de vivir que nunca he perdido
Por todo esto, solo puedo tener palabras de agradecimiento a todo el equipo de: Unidad de Mama, Servicio de Oncología, Laboratorio, Hospital de Día, Urgencias, Planta de Hospitalización Oncológica, Anatomía Patológica, Resonancia Magnética, Ecocardiograma, Cardiovascular, TAC, Cirugía, Anestesistas, Farmacia, Farmacología, Oncología Radioterápica. Y es que en todas y cada una de las personas que forman estos equipos me han demostrado su empatía, su calidad humana, su ayuda en todo momento, cercanía, sinceridad, compromiso, profesionalidad, cariño... algo que en este tiempo de incertidumbre y temor tras el diagnóstico de cáncer ha sido muy pero que muy reconfortante.
Tampoco, queremos olvidar a la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer, que está muy presente en este hospital, así a Cris contra el Cáncer, y a todas y cada una de las asociaciones que aportan su granito de arena para conseguir mejoras en esta enfermedad.
También, todo mi agradecimiento a esos familiares, amigos, amigas, que han estado pendientes en todo momento de mi día a día, que me han transmitido ánimos, y algunas de ellas además, me han ayudado con su experiencia de haber pasado por distintos diagnósticos de cáncer, y aquellas compañeras con las que he compartido esas horas en las salas de consulta, en la habitación, en el Hospital de Día... que aún -sufriendo su cáncer, me han hecho pasar momentos increíbles y demostrando su fuerza por conseguir superar esta enfermedad.
De verdad, que cuando salí de mi última sesión de radioterapia oncológica, fui llena de nervios a esa pequeña campana, situada entre las dos salas, justo al lado de lo que nosotros hemos definido como el "muro del agradecimiento", donde unas cuantas personas han colgado sus cartas, sus dibujos de agradecimiento a los grandes cuidados recibido por todo el personal sanitario.
Tras hacerla sonar, la emoción de recibir el aplauso de mis compañeros y compañeras de tratamiento que en ese momento se encontraban en la sala, esa sala, que me gustaría ver siempre vacía, ya que eso supondría que se habría terminado con esta enfermedad llamada cáncer, y que día a día se está consiguiendo superar gracias a la investigación, la ciencia, la medicina, la farmacología y la profesionales de la medicina.
Y comparto una frase que el otro día me enviaron: "Que siempre seas esa mujer valiente, esa que nunca se detiene, ni con la peor de las tormentas".
¡Viva la Sanidad Pública! Que tenemos que valorar y cuidar entre todos y todas, contra quienes están haciendo que cada día tenga menos medios y quieran que todo sea privado.
#Escribimoslovivido
Que alegría y que emoción leeros. Desde aquí, te deseamos muchas fuerza y mucho para la recta final. Un abrazo enorme y que viva la sanidad pública gratuita y universal.
ResponderEliminarIrene y Edu.
¡Muchas gracias pareja! Por mostrarnos siempre vuestro apoyo, empatía y cercanía. Y claro está por vuestros deseos de fuerza para esta recta final. Así como por compartir con nosotros en valorar la Sanidad Pública, a la que tanto tenemos que agradecer. Besos y abrazos amigos.
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