martes, 20 de octubre de 2015

Ruta por la montaña palentina y su bello románico. XVI Campamento de Otoño. #Singluten

Siguiendo las palabras del gran José María Pérez González “Peridis”: “El románico está en el paisaje esperando que vayas a verlo”, nos desplazamos a una zona que siempre nos ha gustado, como es la Montaña Palentina. Pero no lo hicimos solos, sino con una estupendo grupo de amigos con los que compartimos nuestro amor por la naturaleza, la montaña, los viajes, la cultura, la historia… y el románico palentino.


Hemos realizado en estos días: senderismo y visitas culturales. Aprovechando una época tan bonita como es el otoño,  para poder disfrutar de este entorno de naturaleza, historia y arquitectura. Así hemos disfrutado de nuestro Campamento de Otoño, entre los días 9 y 12 de octubre, actividad que comenzamos en el año 1998, y que en esta ocasión hemos elegido como campamento base y de relax, una casa rural con nombre propio: Lucía.





La casa rural en la que nos hemos hospedado es perfecta para tenerla como base de operaciones, en un pueblo tranquilo, con grandes vistas sobre la montaña, el páramo, y no muy lejos del “pueblo que mejor huele de España”: Aguilar de Campoo.


Así como para organizar magníficos desayunos, comidas y todas las cenas, y más para nosotros que tenemos que seguir una dieta sin gluten. Y es que a Casa Lucía no le falta detalle alguno para disfrutar de la cocina y el relax. En esta ocasión, junto a este estupendo grupo de amigos que valoran más la tertulias, la charla, el cambio de opiniones, que el ver la televisión. Algo que convierte siempre a estos encuentros anuales en extraordinarios. Y es que si hay televisión en la casa, pero nosotros no sabemos ni si funciona, no nos ha hecho falta para nada. Preferimos el silencio de la noche, el canto de los pájaros, el ladrido del perro… la convivencia.


Eso sí, es tan acogedora esta casa, los desayunos han sido muy abundantes para todos los comensales, con la mesa repleta de alimentos, lo que a la vez supone un riesgo de contaminación cruzada con los panes circulando por la mesa. Para lo que los amigos tienen que esforzarse en evitarla, y convertir el desayuno, en un momento confortable para comenzar la jornada, con muy buen rollo desde las primeras horas del día.


Y no os decimos nada de las comidas que hemos organizado en la cocina de Casa Lucía. En el que todos colaborábamos compartiendo, disfrutando, cocinando, poniendo la mesa, lavando… conviviendo y compartiendo.



Sin olvidamos de las cenas, tras la jornada de montaña, de camino, o de románico, que hemos celebrado siempre con un brindis con unos chupitos de buen orujo de hierbas o de membrillo. Y luego, tranquilamente sentados en los sillones, organizar la ruta del día siguiente,  la visita a estos lugares, de los que no os hablaremos mucho, ya que esta entrada sería muy extensa, pero si los enumeraremos con un pequeño texto:

SENDA DE LA CUEVA DEL COBRE. 


En plena zona de La Pernía, pasamos San Salvador de Cantamuda, y otros municipios, atravesando dos localidades o barrios que siempre nos han llamado la atención por la cantidad de escudos heráldicos en sus fachadas, como son San Juan de Redondo y Santa María de Redondo. Nos cazamos las botas, y caminamos por la senda de la Cueva del Cobre, admirando el paisaje de esta montaña palentina.

SENDA DE LA TEJERA DE TOSANDE.


Una tarde, aún sabiendo que no nos iba a dar tiempo a todos a llegar a la Tejera de Tosande, caminamos junto a grandes praderas; nos acercamos a una antigua mina donde aún se pueden ver las vías de sus vagonetas; pisamos el lecho del cauce de un arroyo seco; y vimos hayas, tejos y otros árboles con esos colores del inicio del otoño. Solo algunos llegaron ya con los últimos rayos de luz a observar ese bosque encantado. 

ERMITA DE SANTA EULALIA s. XIII - BARRIO DE SANTA MARÍA



Y haciendo caso a “Peridis”, que cuenta una anéctota muy curiosa vivida junto a este ermita con Antonio Gala, fuimos a buscar entre el paisaje, esta ermita del siglo XIII situada como muchas en un altozano.  Teniendo la suerte de que una vecina del pueblo, nos abriera la puerta, y nos explicara esta preciosa obra del románico palentino, y los detalles más importantes de sus capiteles, columnas, pinturas…

ERMITA DE SANTA CECILIA. S.XII -  VALLESPINO DE AGUILAR.



Acostumbrados a las ermitas sobre cerros, nos llamó la atención esta ermita de carácter militar situada sobre un saliente de roca caliza. Y todos comentamos que la torre era un pegote sobre la ermita, cuando es totalmente al revés, ya que la torre es del s. XI y la ermita del s. XII. Una ermita que estaba cerrada, pero que solo caminar junto a ella y observarla, ya mereció la pena.


ERMITA DE SAN PELAYO s. XI - PERAZANCAS.



Cuando llegamos a esta ermita, llovía con muchas ganas, así que como no estaba abierta, no había ningún cartel informativo de donde conseguir la llave, y el tiempo no acompañaba, dimos una vuelta al edificio bajo nuestros paraguas, y apreciando la zona de la cabecera, que es la parte más antigua del templo donde se encuentra un guardapolvo de ajedrezado.


IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA S. XII - MOARVES DE OJEDA.



Hace más de 30 años, volviendo de intentar ascender el pico Espigüete un invierno, cuando volvíamos un día de lluvia, vimos una fachada que nos llamó la atención, y nos paramos. Fue nuestro primer encuentro don esta joya románica. Y en estos días, hemos vuelto a disfrutar de esta maravillosa iglesia tan impresionante.


KM. 0 CANAL DE CASTILLA s. XVIII – ALAR DEL REY



Hablar de esta población, es recordar a los trabajadores que realizaron la gran obra hidráulica del Canal de Castilla, realizada entre los siglos XVIII y XIX. Imaginando lo que supuso el tránsito de barcazas a través de este “Mar de Castilla”, navegando por sus aguas y llegando con sus productos a las dársenas. Y es que Alar del rey es el kilómetro cero de este canal, donde se encontraba la Dársena, los Almacenes del Barrio del Canal y las antiguas mazmorras. 

IGLESIA DE SAN MARTIN  s. XII - MATALBANIEGA.




Población en la que teníamos nuestro “Campamento Base 2015”, como ya os hemos contado, y donde pudimos visitar su iglesia románica del s. XII, admirando cada uno de sus detalles, así como los símbolos de sus canecillos, la posibles imágenes egipcias, así como la vista del territorio desde este alto separado de la población, donde puede que tuvieran su base los templarios en el antiguo monasterio.


MONASTERIO DE STA. MARIA LA REAL  s. XII- XIII – AGUILAR DE CAMPOO.



Este monasterio reconstruido gracias al esfuerzo de la Asociación de Amigos del Monasterio de Aguilar, y como cabeza visible “Peridis” (Arquitecto y humorista gráfico), y en 1985 la Escuela Taller, que han hecho posible que hoy podamos disfrutar de este convento que sufrió entre otras destrucciones la desamortización de Juan Álvarez Mendizábal en 1835 y 1836, y que hoy podemos aprender sobre románico en el Centros de Estudios del Románico, que han hecho suya una cita de Miguel de Unamuno: “Hasta una ruina puede ser una Esperanza”.


MONASTERIO DE SAN ANDRES DEL ARROYO s. XII - SANTIBAÑEZ DE ECLA.




Desde la fundación del monasterio en el año 1181, de manera ininterrumpida, se ha seguido la regla de San Benito, según el carisma Cisterciense.  En este monasterio lo más destacable es el claustro (s. XII-XIII), con preciosos capiteles originales con representaciones vegetales, entrelazados y calados. Entre estos capiteles y columnas destaca una por su forma y calado de su capitel, que no ha llegado hasta nuestros días al completo por unas obras que destrozaron la mitad.  Pero también por todas sus columnas son dobles, y el mirar entre ellas en línea es realmente sorprendente y bello.


IGLESIA DE SAN MARTIN s. XI - FRÓMISTA



Sabíamos que nos dejábamos mucho por visitar, pero queríamos irnos de la provincia de Palencia, sin visitar la iglésia románica del S. XI San Martín de Tours, en la población de Frómista. Donde disfrutamos nuevamente admirando con detalle sus capiteles y lo que cada uno de ellos quiso transmitir en esa época del románico.

Y es que el románico como dice Peridis: “Es un arte en el paisaje que tiene arquitectura, escultura y pintura, y luego tiene los códices… lo tiene todo”


ESCLUSAS OVALADAS DEL CANAL DE CASTILLA s. XVIII - FRÓMISTA.





Es la única esclusa cuádruple que existe en el Canal de Castilla, formada por esclusas consecutivas, salvando una diferencia de  15 metros de altura. Donde curiosamente, sobre su puente se cruzan caminos muchas veces discordantes: la Fe y la Razón. Y es que aquí justo sobre el puente de la esclusa se cruzan el Camino de Santiago y el Canal de Castilla. Un puente, unas compuertas, unos engranajes, que permiten la entrada del agua, y la entrada del sentido común. Algo que por desgracia parece que falta a gran parte de la sociedad actual.

En este punto se puede ver junto a esta esclusa 17, un precioso monumento homenaje a Raúl Guerra Garrido, autor del libro “Castilla en Canal”, donde define el Canal como: “una obra de la ilustración con estética y espíritu absolutamente renacentista”. Y que fue inaugurado en marzo de este año, por la Asociación de Sirga, que toma el nombre de los caminos paralelos al canal.


El libro abierto se puede leer un texto extraído de “Un sueño de la razón” escrito por Raul Guerra Garrido: 

“Hay un obvio parecido entre el caminante canalero y el peregrino que recorre la Ruta Jacobea, por más que el primero sea un peregrinaje cívico y el segundo sagrado. Ambos recorren un camino iniciativo, sacrificial, que les transformará renaciéndolos en hombres nuevos. El Canal de Castilla promete la felicidad del pan nuestro de cada día y el Camino de Santiago vida eterna del pan eucarístico. En Frómista, Canal y Camino se encuentran y el cruce de lo telúrico con lo teúrgico marca un punto de privilegio propicio a la meditación. La pacifica coincidencia de la fe con la razón es algo inusual…”


OTROS CAMPAMENTOS DE OTOÑO:




Esta ruta, como todos las realizadas en los distintos “campamentos bases” desde 1998, siempre han sido la escusa perfecta para disfrutar con los amigos de una escapada excursionista. Y es que tras pasar esos “años negros” de poca salud, y “enfermedad desconocida”, una vez diagnosticada la celiaquía en la familia, volvimos a retomar nuestro caminar por la naturaleza, haciendo también turismo en el más amplio sentido de la palabra. En estos 17 años hemos realizado “Campamentos de Otoño”  todos los años, salvo en 2009, ya que algunos en esas fechas viajaron a la Patagonia.

1998 – Sallent de Gállego (Huesca - Pirineo Aragones)
1999 – Valdebaró (Cantabria - Picos de Europa).
2000 – Guijo de Santa Bárbara  (Cáceres – Siera de Gredos).
2001 – Pueyo de Jaca (Huesca – Pirineo Aragones).
2002 – Urzainqui (Valle del Roncal – Pirineo Navarro)
2003 – Ezcaray (La Rioja – Valle de Ezcaray)
2004 – Navarredonda de Gredos (Ávila – Sierra de Gredos).
2005 – Lekaroz (Valle del Baztán – Pirineo Navarro)
2006 – Abejar ( Soria – Sierra de la Demanda)
2007 – Salardú (Valle de Arán - Pirineo Catalan)
2008 - Abioncillo de Calatañazor (Soria – Sierra de Cabrejas)
2010 - Montejo de la Vega de la Serrezuela (Segovia - Hoces del río Riaza)
2011 - Valle de Carranza y alrededores (Vizcaya, Burgos y Santander)
2012 - 2014 Villalba de la Sierra (Cuenca - Serranía de Cuenca)
2015 – Matalbaniega (Palencia – Montaña Palentina)



De los que comenzamos el primer Campamento de Otoño, solo continuamos Pilar, Miguel, Antonio y nosotros. Maribel y José se unieron en 2004, y no han fallado ni un año. Y Marianela y Mateo, comenzaron casi en las primeras salidas, y tras unos años sin poder venir, han vuelto. Y es que  siempre ha sido un grupo abierto. Y como podéis ver en la fotografía anterior tomada en Abejar (Soria), un grupo de muchas edades. Es más, en algunas ocasiones como en Urzainqui llegamos a ser más de 40 personas de todas las edades, y con distintas alergias e intolerancias alimentarias, algo que nunca nos ha impedido viajar y disfrutar de estos días con los amigos. En estos años nuestros hijos han ido creciendo; nuestras vidas cambiando… También hemos perdido a amigos que nunca volverán a caminar junto a nosotros,  pero siempre estarán a nuestro lado, ya que siempre los recordamos.

Este ha sido el resumen de nuestro caminar sin gluten por tierras de Palencia. Y agradecemos a cada una de las personas que nos han abierto las ermitas y nos han explicado su historia. Personas que no son guías turísticos, ni historiadores, simplemente son personas del pueblo que aman su tierra y su historia, que se preparan para divulgar lo que ese monumento esconde.

Hemos disfrutado mucho visitando el románico, y caminando. Pero también observando la flora y la fauna, y a esta pequeña oruga que se nos cruzó en el camino.


Esta ruta, pasará a formar parte de nuestra Carta Turística.

#escribimoslovivido.

8 comentarios:

  1. Q bonitoooooo, como siempre!!
    Y q entrañable!!
    Ojalá un día podáis ser otra vez casi 40...
    Abrazotessss

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    1. Sí, amiga Marisa, ha sido una escapada muy bonita y entrañable.

      Lo de llegar a los 40 nuevamente ya es imposible, pero lo de hacer este viaje junto a vosotros si que lo es.

      Besotes

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  2. Unas rutas muy instructivas, aunque lo mejor es la compañía y pasarlo bien.
    Besos.

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    1. Como bien dices, lo mejor es la compañía, y disfrutar de la naturaleza y la historia, como se puede hacer en La Montaña Palentina, y en otros lugares.

      Besotes

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  3. Victor, que bueno el reportaje. Tiene de todo, caminatas, cultura románica, culinaria, montañera. Que suerte tienen los que van contigo.
    A por la próxima.
    Miguel.

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    1. Nos alegramos Pilar y Miguel que os guste el reportaje. Pero lo bueno ha sido vivirlo junto a vosotros.

      Como bien decís ha habido caminatas, cultura románica, culinari y montañera, y con un estupendo ambiente en todo momento, que es lo que vale.

      Ya tenemos que ir organizando la próxima

      Besotes y abrazos

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  4. Me encanta el románico y esta provincia es generosa en este tipo de arte. La montaña palentina es preciosa y hay muchas rutas bien señalizadas que hay que recorrer varias veces en distintas épocas del año, para poder apreciarlas mejor.

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    1. A nosotros también nos encanta el románicoa, y el norte de Palencia es una verdadera joya.

      La Montaña Palentina esconde rincones preciosos, y rutas muy bien señalizadas. Y ahora en otoño espectaculares.

      Abrazos

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