Ya ha terminado la locura de trabajo del mes de Diciembre, el stress, los problemas de hipertensión. Han pasado Nochebuena, Navidad y la locura de Fin de Año; Fiestas en las que según las creencias de cada uno, se celebran de una u otra forma, pero siempre con una mesa bien repleta de manjares, que en nuestra casa todos has sido sin gluten, para evitar contaminación cruzada. Y aunque para algunos ya ha llegado San Nicolás y Papa Noel, normalmente la fiesta de los niños es la celebración de los Reyes Magos… la Cabalgata de Reyes, la “Noche Mágica”, la noche de nervios, la noche de alegría: La Cabalgata, en Madrid este año ha cambiado su recorrido tradicional y coincide con el trazado del “Día de las Fuerza Armadas”, o sea por el paseo de Recoletos. También han cambiado los caramelos, ya que “algunos” no tendrán gluten, por lo que los niños celiacos llenos de alegría, tendrán que detener su mirada hacia las carrozas, tomar los caramelos, dárselos a los mayores (no muy mayores), para que en la oscuridad de la noche, puedan leer el texto: “sin gluten”… ¿Les habría costado mucho que todos fueran sin gluten, lactosa, etc.?
Pero también llega la Noche del Roscón de Reyes, o para facilitar su denominación a los niños y personas que no pronuncian la letra “R”: el “Bollito de los Magos”, y por supuesto que aunque podamos encontrarlo sin gluten en algunas tiendas, también podemos realizarlo nosotros. En nuestro caso, antes de saber que éramos celiacos, ya era tradición gracias a nuestra amiga Pepa, el realizar los roscones con harina de trigo, y desde hace nueve años cambiamos a realizarlos sin gluten y aunque esté mal decirlo… nos sale realmente bueno, así que os damos nuestra receta: