Siempre que salimos de viaje, y como el principal problema tanto en los Hoteles, Albergues y Restaurantes, es el desayuno, nosotros siempre llevamos un plun-cake, para así poder salvar el inicio del día.
En este caso, ampliamos el que siempre hacemos, añadiendo piñones y orejones de albaricoque, ya que necesitábamos más energía para enfrentarnos a los días frescos, lluviosos y al caminar. La experiencia fue buenísima y nos salio un exquisito acompañante del café, que ahora os contamos como lo hacemos.