Siempre es un placer acercarse a la población de Alcalá de Henares, pasar bajo la Puerta de Madrid, pasar junto al Palacio arzobispal, y caminar bajo los soportales de la calle Mayor, pasando junto a la casa natal de Miguel de Cervantes, hasta llegar a la Pza. Cervantes, y admirar las ruinas de la Capilla del Oidor y la Torre de Santa María. Y es que esta ciudad se merece el título de Patrimonio Mundial de la Unesco, que consiguió en 1998. Pero si después de este paseo, de este reencuentro con los recuerdos de los años vividos en esta ciudad, tenemos la oportunidad de acercarnos a La Celiacoteca, aún más, ya que este es otro motivo para visitar y caminar por la “Ciudad Complutense”
Y es que teníamos ganas de conocer La Celiacoteca, igual que tenemos ganas de conocer a fondo el Palacio Laredo (Actualmente es la sede del Museo Cisneriano de la Universidad de Alcalá), que construido como casa particular a mediados del siglo XIX. Siempre nos ha llamado la atención por su construcción neogótico-mudejar, pero no hemos encontrado el momento de visitarlo.