La verdad, que participar en concursos gastronómicos, es un reto, y a la vez un viaje gastronómico para nuestros sentidos. Sí, esto es lo que hemos hecho para llegar a esta receta, hemos viajado, con los sentidos, con la imaginación, por esos lugares de las tierras aragonesas por las que hemos caminado en muchas ocasiones.
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Plato de solomillo de cerdo con salsa de trufa y recuerdos de Aragón |
Este viaje, comenzó cuando nos inscribimos en el
Concurso de Recetas de Navidad con Trufa, organizado por
Gastrónomos del Ebro, junto con
Mi Espacio Gourmet (Zaragoza) y
Manjares de la Tierra (Teruel). Para lo cual partiendo de la utilización de ese manjar que nos da la tierra, como es la
trufa de negra de invierno (Tuber Melanosporum Vitt), recolectada con la ayuda de perros adiestrados, y de manera tradicional en tierras turolenses. Comenzamos, a pensar, a diseñar, a ultimar los ingredientes, adquirir los productos (excepto la trufa que nos fue enviada a casa por participar en el concurso), a calcular tiempos, a imaginar el emplatado, organizar los pasos para cocinar la receta, a no parar en la cocina, y luego, disfrutar de su apariencia, degustar, oler, saborear… y fotografiar. Aún cuando escribimos este post, recordamos esos sabores, esos aromas a trufa, y todas las sensaciones que nos ha transmitido este plato.